Prólogo: Sucesión
El entierro del cadáver tuvo lugar en un cementerio público. Frente a la tumba se encontraba un hombre hermoso. Su largo cabello, que no se ajustaba a su imagen masculina, empapado por la lluvia, se pegaba a sus mejillas. Su largo cabello sin refinar ocultaba la elegante cara del hombre, lo más probable era que evitaba que sobresaliera, pero haber llegado a un cementerio en la profunda noche durante una lluvia torrencial lo hizo más irregular.
Debido a su línea de trabajo, odiaba ser el centro de atención, pero solo por esta vez, decidió no prestarle mucha atención a sobresalir.
La profesión del hombre era ser un espía. Su nombre, Klaus. Aunque tenía varios otros nombres por los que pasó, este era el nombre con el que se sentía más familiarizado.
Ninguna otra persona estaba presente en el cementerio. En esta fría noche con la lluvia acorde con la atmósfera, era la única persona que visitó la tumba con una pala y una linterna en la mano.
Con ojos tristes, miró la tumba. En la lápida se grabó una gran cantidad de nombres de personas. Sin embargo, no pertenecían al difunto. Los nombres grabados en la piedra eran todos nombres falsos utilizados por el difunto.
La gran mayoría de los espías no dejarían rastros de que hubiesen vivido antes. Sin embargo, eso fue más que suficiente. La información que habían reunido — logros, moralejas, recuerdos, voluntad, todos fueron heredados por las personas que quedaron atrás.
Asegurándose de que nadie lo viera, Klaus empujó la pala profundamente en la tierra, abriendo la tumba. Para que el ataúd no se dañara, cavó a su alrededor. Una vez que terminó su trabajo, sacó una pequeña caja blanca del bolsillo de su pecho, colocándola en la parte más profunda del agujero.
"Maestro... me aseguraré de que al menos un dedo tuyo esté enterrado aquí".
Terminando sus oraciones, una vez más llenó el hoyo con tierra y dejó escapar un suspiro cuando se completó este acto. Los que fueron enterrados aquí eran sus antiguas camaradas. El equipo de espías 'Homura'. Se llevaron a Klaus al mundo de los espías, ya que era un huérfano pobre, lo criaron para convertirse en un espía de primer nivel, actuando como una familia para él.
Mientras Klaus vivía en sus recuerdos con ellos, una persona apareció detrás de él.
"Sensei..."
Dándose la vuelta, habían ocho chicas con paraguas negros. El uniforme de la institución religiosa ficticia en sus cuerpos, curiosamente, encaja con el cementerio.
"No les pedí a todas que vinieran aquí". Klaus entrecerró los ojos.
De las chicas, la de cabello plateado fue la primera en dar un paso adelante, la líder Lily. En su mano, ella tenía una botella de vino. Sacó el tapón y vertió parte del contenido en la lápida. Después de eso, ella juntó las manos y cerró los ojos.
La botella de vino pasó entre las chicas, mientras vertían un poco del líquido sobre la lápida, terminando sus oraciones. A mitad de camino, una de ellas aparentemente había juzgado mal la cantidad de vino que usaban, ya que a la última persona solo le quedaban dos o tres gotas. Por lo que parece, todavía tenían que estar atentas a trabajos más pequeños y detallados como este. Dicho esto, Klaus creía completamente en su potencial latente.
“Maestro, por favor míranos. Los nueve de aquí serán el nuevo equipo, después de 'Homura', llamado 'Tomoshibi' ”. Klaus habló hacia la lápida.
Naturalmente, no hubo respuesta. Sin embargo, estaba seguro de que llegó a su maestro. Después de saludar a su familia también, Klaus bajó la mirada hacia las chicas. De pie frente a esta tumba, había algo de lo que tenía que asegurarse.
“Si decidiremos permanecer juntos como 'Tomoshibi', entonces tendremos que asumir las misiones de 'Homura' y, en este caso, investigar al equipo de espías que arruinó a 'Homura', llamado 'Hebi'. Esto no será una hazaña fácil, así que es mejor que estén preparadas".
"El pago por eso no es medio malo, ¿verdad?"
"He admirado 'Homura' de todos modos".
"Vamos a salvar a mucha gente".
"¡La gran yo se divierte más con todos!"
"Si puedo quedarme con el Jefe..."
Cada una dio sus propias palabras. Origen, motivos para convertirse en espía, aspiraciones, todas y cada una de ellas tenían una razón diferente que les permitía quedarse en 'Tomoshibi'. Sin embargo, la respuesta fue la misma.
Finalmente, Lily habló, mientras su expresión facial se volvía más suave.
"Si puedo convertirme en una líder digna... una individuo floreciente y orgullosa".
"…Maravilloso."
Junto con estas palabras, cada una de las chicas bajó la cabeza hacia la lápida, girando sobre sus talones. Una fuerte voluntad residía en todos sus ojos. Una donde todas querían continuar su entrenamiento de inmediato. Klaus podía saberlo de solo un vistazo.
En el momento en que Klaus se alejó, le dio a la tumba una última mirada. Para renovar su promesa con su difunto maestro.
"Esta vez... los protegeré".
Ciertamente no vendría aquí por un tiempo. Y su familia, descansando en esa tumba, probablemente tampoco deseaba que él lo hiciera.