Epílogo
Ese día, una vez que las clases llegaron a su fin, Keiki se dirigió a la sala de la biblioteca. Entró en la habitación que estaba llena de libros polvorientos y un olor mohoso. Después de haber esperado un breve momento, Yuika entró.
"¿Esperaste mucho, Keiki-senpai?"
"No, acabo de llegar."
"Me alegro de oír eso." Mostró una sonrisa débil y agarró el dobladillo de su falda. "Así que, hoy..."
"Sí, finalmente tengo una respuesta. Lamento que haya tenido que esperar hasta hoy.”
"Y que lo digas. Yuika pensó que podrías haberte olvidado de ella.” dijo Yuika.
Keiki sabía que se le permitía tener esa reacción después de que él la hubiese esperar alrededor de un mes. Pero, gracias a eso, finalmente había logrado enfrentar sus propios sentimientos.
"¿Yuika puede escuchar tu respuesta entonces?"
"Sí."
Keiki se puso de pie, frente a Yuika. Sus ojos verdes estaban mirando directamente a Keiki, esperando lo que él diría a continuación.
"... Lo siento. No puedo responder a tus sentimientos, Yuika-chan.
No podía salir con Yuika. Esa fue la respuesta a la que Keiki había llegado.
"¿Es... así...?" Yuika murmuró en silencio, sin mostrar emociones al principio. "Yuika se había preparado para la posibilidad de que pudiera ser rechazada."
"......"
"Ella quería rendirse apropiadamente después de ser rechazada. Ella no quiere ser una molestia para Senpai y ser considerada como una mujer que no querría tener cerca... Ella había planeado renunciar..."
"¿Yuika-chan...?"
Una lágrima corrió por su mejilla. Lloraba tan silenciosamente que Keiki no se habría dado cuenta si no la mirara.
"Por favor, dile a Yuika. ¿Cómo debe reaccionar una chica normal? ¿Debería pensar en la otra persona y rendirse con una sonrisa? Si es así, entonces Yuika —¡No será capaz de convertirse en una chica normal!"
"¿Qué...? ¡¿Woah?!"
Era como si Keiki hubiera revivido esa vez. Al igual que el día que se enteró de la naturaleza sádica de Yuika, Keiki fue empujado hacia abajo en el suelo, aterrizando en su trasero, y Yuika saltó encima de él.
"¡¿Yuika-chan?! ¿Qué pasa?"
"¡Cállate un segundo!"
"¡¿Bguh?!"
Para robarle a Keiki su habilidad para hablar, ella le cubrió la cara con algo. Se sentía suave, cálido, y dio una cierta cantidad de volumen y elasticidad. Le resultaba extrañamente familiar...
Espera, ¿Es el trasero de Yuika-chan?!
De hecho, lo que presionaba la cara de Keiki hacia abajo era el trasero de Yuika, cubierto con una tela rosa. Se frotó el trasero como si lo estuviera marcando con su olor. Con la nariz y la boca cubiertas, Keiki se encontró incapaz de respirar. Todo lo que podía hacer era gemir.
"Parece que Yuika era demasiado ingenua. Ella debería haber hecho esto desde el principio. Dijo con un tono frío. "Yuika te hará elegir, Keiki-senpai. ¿Te retractarás de tus palabras anteriores y te convertirás en el novio de Yuika, o vivirás para convertirte en el cerdo de Yuika por el resto de tu vida?"
"¿Mmmgh...?!"
¿Convertirse en su novio o en su cerdo? Ninguna de las dos opciones era favorable para Keiki.
"Ah, pero no puedes hablar así, ¿verdad? Entonces hagámoslo así. Si quieres convertirte en el novio de Yuika, toca el suelo con tu mano derecha, y si quieres convertirte en su cerdo, tócalo tu mano izquierda". La chica explicó que las reglas como esta eran sólo un juego.
Y con su trasero todavía en su cara, forzó la elección sobre Keiki.
"Ahora, Keiki-senpai. ¿Cuál elegirás?"
"Mgguh..."
El propio Keiki comenzó a sudar profusamente, pero el dulce olor que venía de ella por detrás hizo girar su cabeza. Aunque sintió dolor físico, también se sintió aliviado.
Sí, Yuika-chan se siente mucho más normal cuando es sádica después de todo.
Aunque a menudo recurría a la violencia física, era más linda que cualquier otra sádica en el mundo. Esa era la verdadera identidad de Koga Yuika. Pero, aun así, Keiki no podía aceptar su amor.
"¡Guh...!"
Tap, tap, tap.
Keiki puso ambas manos en el suelo. Esperaba que llegara a entenderse que él no tenía planes de hacerlo tampoco.
"... ¿Por qué? ¡¿Por qué Yuika no es lo suficientemente buena?! ¡¿Después de que ella actuara bien, después de que ella actuara como una chica normal, todavía no la elegirás?!"
"¡Mguh!" Keiki todavía apenas podía respirar, y se quejó de nuevo.
"¡A pesar de... A pesar de que a Yuika le gustas tanto, a pesar de que sólo tiene a Keiki-senpai...!" Yuika dejó que sus sentimientos fluyen fuera de ella, y su movimiento finalmente se detuvo.
"Por favor... asume la responsabilidad..."
"¿Guh...?!"
"La responsabilidad de haber hecho a Yuika así de blanda...!"
"........."
Cuando ella dijo eso, grandes lágrimas cayeron sobre el pecho de Keiki. Debe estar hablando de la primera vez que se conocieron en la biblioteca. Ella le dijo a Keiki que lo había amado desde entonces. Cuando oyó eso, se sintió feliz, pero triste al mismo tiempo.
"... Lo siento."
La chica finalmente se había calmado, y estaba sentada en el suelo junto a Keiki como un cachorro que había sido regañado.
"... ¿No vas a elegir a Yuika, Keiki-senpai?"
"Sí, no puedo."
"¿Tu respuesta no va a cambiar?"
"Sí, no va a cambiar."
"¿Yuika no es lo suficientemente bueno?"
"Sí, no puedes ser tú."
Cada vez que Keiki respondía, sentía como si agujas afiladas apuñalaran su pecho. Y a la persona a la que se le dice que estas palabras le deben estar lastimando aún más.
"Estaba muy feliz de oírte decir que estabas dispuesto a convertirte en una chica normal por mí. Cuando actuaste normalmente, eras muy linda, y podría haber sido capaz de enamorarme de ti".
Pensó que había terminado de tratar con pervertidas. Nunca consideraban su opinión. Siempre lo acosaban sexualmente y lo trataban como su juego. Es por eso que Keiki se había sentido muy feliz de escuchar a Yuika decir que estaría dispuesta a convertirse en una chica normal.
"Pero no quiero que otros cambien por mí. No quiero que se maten a sí mismos. Nadie estará feliz si una de las partes tiene que contenerse".
Ese fue el origen de los sentimientos de Keiki con la confesión de Yuika. Debido a lo que Mao había dicho, finalmente se dio cuenta.
"Todo tiene sentido ahora. Que ser sádica es lo mismo que a mí gustándome los pechos grandes".
"Ese ejemplo es el peor, ya sabes."
"¿Quién soy yo para cambiar tus intereses? Si alguien me dijera que empezara a gustarme por los pechos pequeños ahora, dudo que pueda hacerlo".
"Esto es realmente lo peor."
Sí, lo es. Todo este tiempo, Keiki había dicho que tenía que ser una chica normal o nada, y sin embargo, en el último momento, había hecho un completo giro 180 grados.
"Me di cuenta gracias a ti, Yuika-chan. Cada uno tiene sus propios intereses, y eso es lo que los hace especiales. Eso es lo que los hace insustituibles".
"Keiki-senpai..."
"No quiero que te obligues a cambiar. Pero tampoco puedo convertirme en lo que tú quieres que sea".
Keiki no sentía ninguna emoción por ser maltratado por una chica. Odiaba ser pisado, y se sentiría triste si fuera insultado. Por eso no podía convertirse en un cerdo masoquista para Koga Yuika.
"Por eso... Lo siento. No puedo salir contigo." Keiki terminó de contarle a Yuika sus sentimientos. Ella se puso de pie y le dio una mirada que dejó en claro que todavía no se sentía satisfecha.
"... ¿Eso es todo?"
"¿Hah?"
"¿Es esa la única razón por la que rechazaste una Kouhai tan linda?"
"......"
"Dile a Yuika. Con tu propia boca."
"... Sí."
Este no era el momento para esconderlo más, y la chica lo sabía. Por eso quería oírlo. Aún más que eso, Keiki no quería mentirle a alguien que se había confesado con todo su corazón. Incluso si alguien termina herido, incluso si alguien termina llorando, sus sentimientos no cambiarían.
"Tengo a alguien que me gusta."
Fin del Volumen 11