Dokuzetsu Kuudere Bishoujo

Capitulo v1c1 Subido por Kami987

La belleza con la lengua venenosa y el talento de la adivinación.




La temporada era primavera. Conocida como la temporada de los nuevos encuentros, estos dos se conocieron durante éste tiempo profético.


"Um, creo que está un poco preocupada, así que ¿podrías dejarla?"


"¿Q-Quién eres tú? ¿Qué es lo que quieres?"


"¡...!"


La ubicación estaba justo fuera del distrito comercial, ya que el sol se estaba poniendo. El paisaje urbano era de color naranja, mientras Naoya se interponía entre un hombre y una chica. ¿Cómo acabaron las cosas de ésta manera? La explicación es simple. Naoya estaba limpiando la parte delantera de la tienda en la que trabajaba a tiempo parcial, cuando vio a éstos dos juntos.


La chica llevaba el uniforme de la escuela a la que acudía Naoya. Poseía un cabello plateado brillante, que llegaba hasta sus caderas. Naoya no podía decirlo porque sólo podía verla de espaldas, pero ella emitía completamente una atmósfera de preocupación. La otra persona era un hombre que vestía un traje. Sin embargo, su cabello estaba pintado de un color bastante llamativo, con un piercing colgando de sus orejas. Parecía estar llamando a la chica, que en respuesta devolvía una respuesta tímida, su voz vislumbraba temor y desconcierto.


Claramente esta ligando con ella, de hecho...


Al segundo Naoya llegó a esa conclusión, se interpuso entre los dos. Se dio cuenta de que la chica de repente se puso aún más tensa que antes, pero la ignoró por el momento.


"¿Podrías dejar de hacer este tipo de cosas frente a nuestra tienda? Sé aún más persistente, y llamaré a la policía".


"Jajaja... No sé qué tipo de malentendido tienes en tu cerebro, pero no estoy haciendo nada sospechoso".


Naoya fulminaba con la mirada al hombre lo mejor que podía, quién extrañamente le devolvió una sonrisa de bienvenida. Justo después, le entregó a Naoya una tarjeta de negocios. A juzgar por la tarjeta, parecía ser una especie de productor del negocio del entretenimiento.


"En realidad estoy buscando una nueva modelo para mostrar en nuestra próxima revista. Si fuese esta chica, definitivamente lo haría en grande".


"Seguramente acabas de inventar esa mentira".


“¿Huh?” El hombre frunció el ceño, pero Naoya no estaba muy preocupado por eso.


Miró directamente a los ojos del hombre, y explicó sus palabras.


"En realidad no estás reclutando a nadie. Solamente estas tratando de ligar chicas.


"¿Q-Qué pruebas tienes para eso—"


"Puedo decirlo con sólo mirarte. No importa cuánto trates de actuar, la gente no puede ocultar sus reacciones físicas".


Para Naoya, fue muy fácil ver a través de las reacciones del hombre. Sus pupilas se abrieron más de lo normal, y su respiración era más rápida. Su chasqueaba aquí y allá, sus labios temblaban, y las pequeñas gotas de sudor en su frente lo hicieron demasiado obvio. Teniendo en cuenta toda esta información, Naoya no tuvo problemas para llegar a la verdad.


"Sólo eres un estudiante universitario, ¿verdad? Si tuviera que adivinar, eres de la región de Kansai. Ya que sólo pasas tus días tonteando en lugar de estudiar, tus padres te cortaron la mesada, eh".


"¡C-Cómo te...!" La cara del hombre se puso pálida.


Naoya adivinó su origen debido al acento del hombre. Además de eso, el débil olor al alcohol se desvió a su nariz, y la apariencia desgastada del traje contaba otras mil palabras. Aparentemente, Naoya dio en el clavo, ya que el hombre visiblemente comenzó a entrar en pánico. Es por eso que Naoya no desistió aún, y se fue a la ofensiva.


"Irías tan lejos solo porque ninguna chica salta a tus otros intentos de ligue. ¿Por qué no trabajas en tu apariencia general y actuación antes de prestar atención a esa tarjeta de negocios falsa?"


"¡Qué... qué dijiste, bastardo! El hombre rugió, agarrando a Naoya por el cuello.


Escuchó un leve grito a su espalda, pero eso no molestó demasiado a Naoya.


"¡No actúes rudo e imponente, mocoso! Saldrás lastimado."


"Realmente no lo hago... Además, ¿sabes?"


"... ¿Saber qué?"


Estoy trabajando a tiempo parcial en esta vieja librería, mira. Recientemente, tuvimos muchos problemas en la zona, así que pusimos cámaras de seguridad". Naoya movió la barbilla para apuntar a la librería Akaneya.


Allí, se podía ver la lente de una cámara de seguridad al lado de la cartelera, apuntando directamente a ellos. En cuanto el hombre vio eso, su color facial cambió una vez más. En respuesta, Naoya mostró una sonrisa.


"Si me golpeas aquí, las imágenes dentro de esa cámara irán directamente a la policía. Si eso no te molesta, por favor continua."


"......... Tsk!" El hombre apartó a Naoya, y siguió su camino.


Naoya lo vio pisotear, y se arregló el cuello.


"Phew, es sólo una falsificación, pero todavía me alegro de que lo tengamos."


Naoya se sintió agradecido de que molestara al gerente de la tienda al respecto.


"U-Um..."


"Ah, ya está bien."


Escuchó a alguien tragar el aliento a sus espaldas.


Quería darse la vuelta y tranquilizar a la chica, pero una voz ronca le llamó desde dentro de la tienda.


"Sasahara-kun! Es un poco repentino, pero ¿podría encargarte una entrega? ¡No puedo ir yo ahora mismo!"


"¡Oh, sí! ¡Ahora voy! De todos modos, es mejor que tengas cuidado de regreso a casa!


“Ah…!”


Al final, Naoya no pudo confirmar el rostro de la otra persona, y rápidamente regresó a la tienda. Estaba de buen humor, después de haber hecho algo bueno por la sociedad.


“Sasahara-kun… huh.”


Es por eso que nunca se habría imaginado que la chica que acababa de salvar  murmurara su nombre de esa manera, juntando sus manos frente a su pecho.


Su primer encuentro real sólo ocurrió al día siguiente, durante el almuerzo. Naoya caminaba por el pasillo junto a su amigo, mientras un individuo se acercaba a él.


"Así que tu eres Sasahara Naoya-kun, ya veo. Muchas gracias por ayer."


"Hm."


La persona que despedía esas palabras emparejadas con un tono bastante arrogante era toda una belleza para contemplar. Su cabello plateado llegaba hasta su cintura, y sus ojos brillaban de un hermoso azul como las gemas. Sus rasgos faciales generales se veían lo suficientemente bien como para pertenecer directamente de un videojuego, y su piel era lo suficientemente blanca como para parecer transparente. Sin embargo, la mirada que dirigió a Naoya fue lo suficientemente afilada como para arruinar su imagen.


La presión abrumadora que emitía su pequeño cuerpo, a un nivel donde podrías decir que mataría sólo con la intención, y la forma en la que cruzó los brazos sin duda daba esa impresión. Incluso los estudiantes no relacionados a ésta situación quedaron atrapados por su presión opuesta, y comenzaron a murmurar entre sí. En cuanto al chico de aspecto bastante llamativo al lado de Naoya —Kouno Tatsumi— sus ojos estaban abiertos de par en par por el shock.


"Naoya... ¿Pasó algo entre tu y la 'Blancanieves venenosa'?"


"Ah, sí. Ayer, pues..." Naoya asintió con la cabeza, ligeramente desconcertado.


No podía ver su cara en ese entonces, pero la chica delante de él poseía un cabello plateado similar al de la chica ayer.


Sinceramente, no pensé que me encontraría con ella de ésta manera.


El nombre de la chica era Shirogane Koyuki. Al igual que Naoya, ella es una estudiante de segundo año en la Academia Ootsuki. Ella poseía una hermosa apariencia, así como una inteligencia bendecida que ayudaba a ello, añadiendo habilidades atléticas abrumadoras que la hacen sonar como una sobrehumana. Y aún así su apodo claramente sostenía una naturaleza malvada.


"Muchas gracias por lo de ayer. Quería agradecerte, así que estuve buscándote por todas partes. Desde que llevabas el uniforme de la escuela ayer, supe que también estudiarías aquí".


"Ya veo. Pero, no tenias porque tomarte la molestia"


"No lo es, ya sabes." Koyuki paso sus dedos a través de su cabello plateado, y dejó salir un resoplido. "No quería quedar en deuda contigo. Si no, no llamaría a un chico aburrido como tú, ¿no crees?"


"Huh".


Había un defecto fatal que esta belleza perfecta Kurogane Koyuki poseía. Brevemente, su lengua venenosa. Ha pasado mucho tiempo desde que se convirtieron en estudiantes de ésta escuela, como muchos chicos se enamoraron de su belleza, intentaron confesarse, pero todos y cada uno de ellos habían sido eliminados del ring debido a su tono intenso y severo. Esto le valió el apodo de 'La Blancanieves Venenosa'.


Como resultado, el público se había reunido a su alrededor, murmurando entre sí.


"La Blancanieves Venenosa es tan dura como siempre..."


"No sé lo que pasó, pero ¿tiene que decirlo de esa forma?"


Sin embargo curiosamente, Koyuki no se molestó por esto en lo más mínimo. Más bien, su mirada fulminante se hizo aún más aguda, mientras continuaba con palabras frías.


"Ayer estaba un poco asustada, pero yo misma habría podido lidiar con eso. ¿Puedo pedirte que dejes de actuar como un Príncipe Encantador? No me gusta tener deudas, sabes".


"Oh, lo entiendo, lo entiendo." Naoya asintió con la cabeza.


Entendía claramente lo que la chica intentaba decir.


"Básicamente, quieres agradecerme, así que me estás invitando a salir hoy después de clases, ¿verdad?"


“………Huh?”


“…………Huh?”


No sólo Koyuki, sino que a todo el público que los veía desconcertados. Todos tenían una mirada de "¿De qué diablos está hablando este tipo?" en sus caras. Sin embargo, la reacción de Koyuki fue diferente a la de ellos. Ella se sonrojo intensamente, mientras tartamudeaba en su respuesta.


"Qu... ¡¿Qué dices?! ¡Cómo llegaste a esa conclusión!"


"Quiero decir, es obvio." Naoya hablaba diferente. "El hecho de que estuvieras 'asustada' es probablemente cierto. El resto es sólo que actúas ruda".


“¡…!”


"Además de eso, dijiste que no querías tener deudas, pero sólo quieres pagarme, ¿verdad?"


La expresión y voz de Koyuki eran honestas. Tomando la información que recopiló de eso, Naoya no tuvo problemas para averiguar sus verdaderos sentimientos. Como Koyuki estaba pérdida en sus palabras, Naoya siguió presionando.


"Hoy no tengo trabajo a tiempo parcial. Tampoco tengo que preocuparme por ningún club, así que estoy libre después de clases. Shirogane-san, ¿Qué deberíamos hacer?"


"U-Una vez más, no quise decir eso...!" Koyuki comenzó a temblar, y la echó su cara hacia abajo.


"Um... si estás de acuerdo con eso, entonces... Voy a... estar esperando..."


"Está bien, lo tengo. Nos encontraremos en la entrada de la escuela."


"¡...! ¿Por qué eso lo oíste muy bien? ¡Normalmente actuarías como si no lo hubieses hecho, y me lo preguntas!"


Bueno, mis habilidades auditivas siempre han estado bastante desarrolladas, así que escuché todo muy bien".


"Ugh...! ¡T-Tu..."


"¿Yo?"


"Tu... ¡¡¡Joven perfectamente saludableeeeeeee!!!"



Koyuki dejó salir esas palabras que sólo podían ser interpretadas como elogio, y huyó con una cara tan roja como una remolacha.


"Eh, ¿esa era realmente Shirogane-san justo ahora...?"


"No lo puedo creer..."


"Supongo que tiene un lado lindo después de todo..."


En cuanto desapareció, el público dio sus impresiones, mientras la seguían con ojos cálidos. En medio de eso, Tatsumi golpeó a Naoya en el hombro.


"Tu habilidad para leer la mente es tan impresionante como siempre. Pero, tengo que decir..." Tatsumi acotó la voz, y continuó como si estuviera molesto por algo. "¿Realmente vas a darle a Shirogane-san la misma advertencia que siempre haces?"


"Bueno, a eso es lo que probablemente se reducirá."


"Qué desperdicio, hombre. No mereces ser popular".


Naoya solamente se encogió de hombros.


Así, las clases llegaron a su fin, y Koyuki estaba esperando en la puerta principal. Destacaba muy bien en medio de los estudiantes confundidos, ya que tenía los brazos cruzados, la espalda recta, y una mirada fulminante.


"Lo siento, ¿esperaste mucho?"


"En realidad no. Te lo dije, no me gusta crear deudas". Koyuki mostró una expresión de irritación.


A diferencia del mediodía, sus mejillas ya no estaban rojas. Ella señaló a Naoya con su dedo índice, mirándolo como un león cazando a su presa, y envió una ola de presión.


"Como dijiste hoy, quiero darte las gracias. Pero, no hay nada más aparte de eso, ¿de acuerdo? No te hagas una idea equivocada".


"¿Ehhh? Estás pidiendo lo imposible ahora. Naoya aceptó honestamente esta presión, y mostró una sonrisa irónica. "Quiero decir, voy a ir a una cita después de la escuela con una chica tan linda, así que, por supuesto que me equivocaría sobre esto, ¿sabes? Sólo soy un chico promedio de secundaria.


"¿¡Ci—Cita!?" La cara de Koyuki se volvió tan roja como la punta de un cigarrillo.


Sin embargo, esta vez no se quedó callada. Su pequeño cuerpo se estremeció agresivamente, y apartó su rostro.


"H-Hmpfh... Halagos como esos no funcionarán conmigo. Me sorprende que puedas decir algo tan vergonzoso.


"Bueno, soy malo expresándome sin usar las palabras. Sólo digo lo que se me ocurre".


"Si es así... Odio decírtelo, pero como la belleza perfecta que soy, estas alabanzas son algo que escucho todos los días. Por eso, puedes continuar tanto como quieras".


"Ya veo~"


Ella sonaba apática, pero su expresión estaba llena de alegría. Su boca sonreía, y su cuerpo temblaba de forma poco natural. Sin embargo, antes de que Naoya pudiera señalarlo, Koyuki ya caminaba hacia adelante.


"¡Andando! Y también, no hables hasta que lleguemos a la tienda, ¿¡de acuerdo!?"


"Esa es una condición complicada para una cita."


"¡Ésta no es una cita! ¡Cállate y sígueme!" Los puños de Koyuki temblaban de ira, y Naoya no vio otra opción más que seguirla en silencio.


Los demás estudiantes alrededor vieron esto con gran interés.


El hecho de que 'La Blancanieves Venenosa' invitara a un chico aburrido de secundaria X a una cita ya se había convertido en un rumor.


Después de caminar un poco, llegaron a la calle comercial en frente de la estación de tren. La Academia Ootsuki, a la que asisten, estaba en medio del distrito residencial. Gracias a eso, la cadena de tiendas a su alrededor estaba llena de estudiantes, y Koyuki entró en uno de ellos. Naoya no tenía quejas sobre ello, así que ordenaron algunas rosquillas, café, y se sentaron en una mesa, frente a la otra.


“………”


Koyuki mantuvo su mirada fulminante pegada a una rosquilla, sin abrir la boca en absoluto. Naoya sabía que ella debía de haber estado nerviosa, así que tomó la iniciativa.


"¿Puedo comer uno?"

 

"......" Koyuki asintió con la cabeza en absoluto silencio.


Habiendo recibido permiso, Naoya recogió una rosquilla y dio un bocado. Justo cuando llegó a saborearla...


"Este..." Koyuki abrió la boca.


"Hm?"


"Parece que eres bueno adivinando los sentimientos de otras personas..." Koyuki miró a Naoya. "Probablemente... ya sabes lo que estoy tratando de decir, ¿verdad?"


"Sí, lo entiendo muy bien." Naoya bajó la rosquilla, y se limpió los dedos con la servilleta de papel. "Pero, probablemente quieras decirlo con tus propias palabras, ¿verdad? Por eso estoy esperando".


"Así que lo sabías... ¿Puedes leer mi mente o algo así?"


"No, en absoluto. Sólo soy bastante bueno adivinando".


"'Bastante', eh... Bueno, de todas formas". Koyuki entrecerró sus ojos, y dejó salir un suspiro. Seguido a eso, agachó la cabeza.


"Muchas gracias por lo de ayer. Realmente me salvaste."


"No hay de qué". Naoya aceptó sus honestas palabras.


Koyuki parecía aliviada, ahora que finalmente logró decir lo que quería. Finalmente cogió una rosquilla, y comenzó a comer.


"Realmente eres raro."


"Ah, bueno... Lo escucho mucho".


"Sí, lo imaginé." Koyuki levantó sus labios e hizo una sonrisa burlona. "Un chico raro como tú normalmente nunca llegaría a beber té con alguien como yo, así que siéntete honrado."


"Quiero decir, realmente lo es. Pensar que dirías 'Quiero tomar té con Sasahara-kun' o algo así".


"¿De dónde salió eso? ¡Nunca dije nada ni remotamente parecido!" Koyuki trató de negarlo, pero su rostro estaba tan rojo como una remolacha, revelándolo todo.


Mientras gritaba, llamó la atención de los otros clientes de alrededor, lo que la llevó a callarse, simplemente mirando a Naoya que tomó un sorbo de su café.


"En realidad, algo está mal con tus oídos... Retorciendo mis palabras de esa manera..."


"Quiero decir, puedo adivinar fácilmente lo que estás pensando, Shirogane-san." Respondió Naoya de forma indiferente.


En realidad, adivinar los sentimientos honestos de Koyuki no era tan difícil como sonaba. Ya sea desde su tono de voz hasta el movimiento de sus ojos, el gesto de cepillarse el pelo, observar todos estos pequeños detalles ayuda a revelar todo.


"¿En serio...? Suena raro para mí". La mirada de Koyuki estaba pegada a Naoya, sólo para que ella mostrara luego una sonrisa burlona.


Sacó una moneda de 100 yenes de su billetera, y empujó sus dos puños hacia Naoya.


"Entonces, adivina qué mano está sosteniendo la moneda."


"Está en la parte superior de tu regazo, ¿verdad?"


"......... Correcto." Koyuki abrió las manos a regañadientes, revelando aire vacío.


Ella tomó la moneda de su regazo, y miró a Naoya como si hubiera visto un milagro suceder.


"Realmente eres agudo... Eso me recuerda que descubriste que ese hombre no era en realidad alguien tratando de reclutarme, ¿verdad? ¿Eres detective o algo así?"


"Los detectives de secundaria sólo existen en anime y juegos. No soy más que un humilde chico de la escuela secundaria".


"Un humilde chico de secundaria no puede hacer trucos como ese." Koyuki le dio a Naoya una mirada dudosa.


Esta no era la postura que tomaría hacia alguien que le salvó, pero a Naoya no le importaba mucho, encogiéndose de hombros.


"Bueno, lo escucho mucho. Me preguntan que, qué tipo de habilidad tengo".


"Eso tiene sentido, ¿no crees? ¿Cómo conseguiste algo así?"


"No es tan asombroso". Naoya mostró una sonrisa irónica.


No vio nada que valiera la pena ocultar.


"La cosa es que cuando era más joven, mi mamá estaba enferma, así que estuvo postrada en la cama por un tiempo".


"... ¿Eh? Koyuki se tragó el aliento, reaccionando como si no lo esperara.


Naoya, sin embargo, no se molestó por ello, y continuó. Sucedió cuando Naoya tenía alrededor de seis años.


Su madre había enfermado repentinamente un día, y fue hospitalizada. Terminó postrada en la cama, conectada a un respirador y otras máquinas, lo que la llevó a una situación en la que se encontraba con problemas para expresar claramente sus deseos.


Naoya, sin embargo, continuó visitándola todos los días, cuidando de su madre. Se enfocaba en las expresiones de su madre, y un día logró leer lo que estaba pensando.


Sólo con la mirada, puedes saber cuándo alguien quiere algo. Eso le permitió a Naoya disminuir su carga al menos un poco.


"Bueno, eso es lo mejor que podía hacer en ese entonces. Con el tiempo, mejoré en la comprensión de los pensamientos y deseos de otras personas".


"Ya veo... así que lo hiciste por tu Madre..."


Naturalmente, la siguiente pregunta que ella haría es:


"Así que... ¿Qué... está haciendo tu madre ahora...?"


"...... Ella se fue a un lugar lejano.


"¡......!" La cara de Koyuki palideció.


Al mismo tiempo, Naoya continuó tranquilamente.


"Probablemente está en algún lugar cerca del Mar Caribe".


"... ¿Eh?"


"Ella siguió a mi papá a un viaje al extranjero".


Su madre había llegado a un estado crítico en ese entonces, pero se recuperó milagrosamente, y ahora es aún más enérgica que antes de que se hubiera derrumbado.


Gracias a eso, sus padres están disfrutando de su encantadora vida de casados en el extranjero. Desde que Naoya se convirtió en un estudiante de secundaria, básicamente incluso se olvidaron de él.


Le enviaban correos cada mes para preguntarle cómo estaba, pero las fotos que enviaban los hacían ver tan adorables como siempre. Después de haber escuchado el final, Koyuki mordió la rosquilla con frustración.


"¿Por qué tenías que hacerlo tan dramático..."!"


"Jajaja, lo siento. Simplemente sucedió."


Fue ridiculizado por tener nervios de acero. Naoya mostró una sonrisa burlona, pero Koyuki no estaba muy agradecida por eso.


"Hmpf. Al menos ahora lo entiendo. Tiene sentido que te convirtieras en un bicho raro.


"Al menos llámame especial".


"No hay diferencia en eso, ¿verdad?" Koyuki tomó un sorbo de su café mientras replicaba.


Entonces, mostró una sonrisa arrogante.


"Qué pena, ¿no? Tu habilidad no funcionará en mi contra".


"¿Eh, en serio?"


"En serio. ¿Por qué estaría tan feliz de tomar el té contigo, en serio? Preferiría escuchar las noticias de tráfico en la radio mientras bebo agua del grifo en casa". Koyuki se encogió de hombros, y miró a Naoya. "Sin embargo, ya que estoy aquí, también podría preguntar... ¿Hay más cosas que entiendas de mí?"


"Hmm... Una cantidad justa, ¿supongo?" Naoya asintió con la cabeza.


A juzgar por su personalidad, era la hija mayor. Su mano prominente era la derecha, pero ella podría ser capaz de escribir con la izquierda.


Ella es del tipo que trabaja duro en las sombras, pero odia mostrar su debilidad frente a los demás. Se está obligando a tomar café negro en este momento, pero probablemente prefiera cacao con mucha crema.


Mientras Naoya recogía esta información, la expresión de Koyuki se tensaba.


Oh, ¿ya debería ser hora?


Naoya decidió dirigir el clavo al ataúd. Hay algo muy interesante en la información que recopiló al observarla.


"Por ejemplo... ¿qué te enamoró de mí?


"Pfffffffffffffffft!" Koyuki escupió su café.


Su espalda se acurrucó mientras jadeaba por el aire, pero Naoya sólo podía mirarla. Lo que siguió fue a Koyuki mirando a Naoya, con la cara tan roja como un tomate.


"cough, cough... Ugh... Q-Que gran broma, en serio... ¿Quién se supone que me gusta, hm?"


"¿Eh, estoy mal?"


"¡Por supuesto que lo estás!" Gritó con una voz temblorosa.


No sólo todo su cuerpo se estaba poniendo rojo, sino que se acumularon pequeñas lágrimas en las esquinas de sus ojos azules. Sin embargo, continuó resistiéndose.


"¡Sé que me salvaste de una situación peligrosa, pero... una belleza perfecta como yo nunca se enamoraría de un bicho raro como tú! ¡No seas tan engreído!"


"Quiero decir, si me equivoco, entonces eso es aún mejor..."


"... ¿Eh?" Los ojos de la chica se abrieron de par en par.


Naoya se rascó la cabeza, y suspiró.


"La cosa es, tengo una razón por la que vine aquí contigo Shirogane-san."


"¿Una razón...?"


"Sí, es bastante simple." Naoya arregló su postura para mirar directamente a Koyuki.


Respiró hondo y habló con una voz tranquila.


"Déjame ser sincero contigo, Shirogane-san. Lo siento... pero, no puedo salir contigo".


“……”


Allí, la hermosa cara de Koyuki se rompió en pedazos. Ella lanzó su rostro hacia abajo, y preguntó con una voz a punto de desaparecer.


"¿Eso es... porque tienes a alguien más que te gusta?"


"No, nunca he tenido novia en toda mi vida, y no estoy interesado en nadie."


“¿Entonces, simplemente no quieres a alguien tan terca como yo?”


"Tampoco es eso." Naoya sacudió lentamente la cabeza.


No odiaba a Koyuki de ninguna manera. En todo caso, le gustaba mirarla, y tenía un afecto positivo hacia ella.


Sin embargo, Naoya tiene ciertas circunstancias que impiden que la acepte.


"No es que no seas lo suficientemente buena, Shirogane-san. Simplemente no tengo intención de salir con nadie".


"... ¿Qué quieres decir?"


"Quiero decir, ya sabes cómo soy. Empiezo básicamente a investigar los sentimientos de otras personas. Es por eso que, a largo plazo, sólo será agotador".


No era la primera vez que Naoya ofrecía una mano a una chica necesitada, y recibía un afecto positivo a cambio.


Y, cada vez, se daba más por vencido. ¿Qué está pensando la otra persona? ¿Qué está deseando? Naoya lo descubría todo. Naturalmente, también veía a través de las mentiras.


Estar en el extremo receptor de las emociones fuertes de alguien todo el tiempo, ya sea afecto u odio, desgarra enormemente a su propia condición. Tanto así que incluso podría romperte el corazón.


Por eso, desde la escuela media, cuando se le confesaba una chica con la que se llevaba bien, inmediatamente las rechazaba, diciendo que no podía salir con ellas.


La reacción siempre era similar. Se enojaban y le gritaban, hervían en silencio, comenzaban a gritar y finalmente tomaban su distancia de Naoya. Naoya sabía que esto estaba mal, pero...


Ser liberado de la ilusión rápido deja heridas más leves.


No quería entristecer a esas chicas. Sin embargo, decidió que sería mejor para ellas ser rechazadas, seguir adelante, y encontrar a alguien más digno. Con este tipo de pensamiento, llegó a donde estaba ahora. Naoya miró hacia abajo a su café, y se vio reflejado, dando una sonrisa extrañamente amarga.


"Por eso, incluso si te gustara, Shirogane-san, no puedo responder a tus sentimientos. Quiero que te rindas lo antes posible. Y, si no te gusto, entonces quédate como estás".


"......" Koyuki respondió con silencio.


O, mejor dicho, probablemente estaba pérdida en sus palabras. Para sobrevivir al silencio, Naoya tomó un sorbo de su café. Sin embargo, sabía mucho más amargo que antes. Naoya quería agarrar el azúcar en la mesa, cuando—


"... ¿Qué pasa con eso?


"¿Eh?" Naoya levantó la cabeza con sorpresa.


Vio a Koyuki claramente haciendo pucheros, mientras ella lo miraba. Gracias a eso, Naoya parpadeaba confundido.


Tenía sentido que estuviese enojada con él. Sin embargo, dentro de esta mirada que ella le dirigió, él no podía reconocer ninguna clase disgusto ni odio en absoluto.


Eh, ¿por qué? Normalmente, odiarías a la otra persona después de haber escuchar eso, ¿verdad? ¿Por qué no me odia?


Koyuki ignoró por completo al congelado Naoya, y habló sin siquiera tratar de ocultar su descontento.


"Hmpf. No me gustas para nada, ¿sabes? No siento nada especial por ti. Y, tengo el derecho de decidir sobre mis propios sentimientos".


"Quiero decir, eso es cierto, pero... Debes odiar a un hombre como yo, que siempre dice lo que quiere, ¿verdad?" Dijo Naoya, casi esperando una respuesta positiva.


Por eso continuó.


"No son sólo tus pensamientos, por cierto. Puedo adivinar tu peso y tres tallas con sólo mirarte".


"Oh, en serio, ¿ahora? ¿Qué hay con eso? Puedes averiguarlo con una cinta métrica, ¿sabes? ¿Crees que eres mejor que esas herramientas de medición, ¿eh?"


"Eh... Quiero decir, no realmente, pero... ¿?" Naoya tartamudeó ante este repentino desarrollo.


Koyuki se enamoró del rostro que Naoya mostraba por fuera. Ahora que se descubrió al verdadero Naoya, se sentiría decepcionada... o así debería haber sido.


¿Por qué su afecto hacia mí no desaparece...?


Esta fue la primera vez que algo así sucedía. Naoya se confundió aún más, especialmente porque aprendió más sobre esa persona.


"Hmpf. Así que estás tratando hacer que me rinda, ya veo. Si vas por esa ruta... entonces tengo mis propios planes, Sasahara-kun".


"¿Q-Qué quieres decir?"


"Escucha atentamente." Koyuki respiró hondo, y lo señaló. "Voy a.… hacer que te enamores de mí!


"¿Huh...?" Naoya parpadeó confundido.




Justo después, Koyuki mostró una sonrisa resplandeciente.


"Entiendo tu postura. Pero, no me rendiré con un simple 'Bien, lo entiendo'". Koyuki no daba ni un solo paso hacia atrás.


En todo caso, su presencia estaba desbordada con presión, mientras se levantaba.


"No tengo miedo en absoluto por mucho que trates de leer mi corazón. No me lastimaré sólo por tu terquedad. En lugar de eso, me aferraré a ti, ¡y haré que te arrodilles ante mí! Para que lo sepas, ¡definitivamente no es como si tuviera sentimientos por ti, así que no te hagas una idea equivocada!"


"¡Sí, claro! Te gusto mucho, ¿verdad?" Naoya ni siquiera necesitaba leer su corazón para entender eso.


Básicamente, ella no planeaba rendirse. La pasión que transmitía era el verdadero problema, dejando incluso a Naoya tambaleándose.


"Um... Comprendo tus sentimientos, pero... ¿no serías capaz de conseguir un mejor novio?"


"Está en contra de las reglas decirle a la chica que está tratando de conquistarte que busque otro novio".


Fulminó con la mirada a Naoya, y dejó salir un suspiro. "Sin mencionar que... Yo también soy un bicho raro..."


"¿Tú? ¿Por qué?"


"¿No lo sabes? Me llaman el 'La Blancanieves Venenosa'..." Koyuki se encogió de hombros.


Aparentemente, ella se había dado cuenta de esto.


"Puedes ver mi personalidad por ti mismo. No tengo amigos, ni gente que se preocupe por mí. Yo también soy un bicho raro, no soy diferente de ti".


"Bueno, escuché los rumores..."


"Claro que lo hiciste. Bueno, una de las razones es probablemente porque soy una belleza. Esos humildes ciudadanos están celosos".


"¿Okey...?"


Alrededor del 60% era la verdad, pero un sólido 30% era su actuación pura. Naoya fácilmente tomó su vergüenza hacia sus propias palabras. No es como si tuviera que decir algo así si realmente estuviera tan avergonzada. Naoya decidió ignorarlo, cuando Koyuki se aclaró la garganta.


"De todos modos, así es como es. Para equilibrar las cosas, necesito a alguien tan raro como yo. Apenas estás en el rango de aceptable, así que te elegí a ti. Será mejor que me lo agradezcas." Ella entrecerró los ojos, y se lamió la lengua.


Su lengua poseía un calmado tono rojizo, viniendo a la mente a Naoya cómo una araña venenosa, apuntando a los hombres.



"Definitivamente haré que te enamores de mí. Haré que te vuelvas loco por mí tanto que quieras ser el único en confesarse. Fufu... Alguien como tú debería arrodillarse frente a mí".


"Eh... Um... ¿O-Okey?" Naoya apartó torpemente la mirada.


No es porque el corazón de Naoya latiera más rápido o algo así. Más bien, se dio cuenta del significado detrás de las palabras de Koyuki, lo que lo dejó desconcertado.


Quiere estar con Naoya. Quiere saber sobre las cosas que le gustan y no le gustan. Quiere caminar hacia y desde la escuela, y pasar tiempo juntos durante sus días libres. Ir a una cita en un parque de atracciones juntos... y así una y otra vez.


Se encontró con estos sentimientos puros, por lo que Naoya tragó de forma audible.


¡Ella habla en serio...! ¿¡Realmente me ama!?


Sin mencionar que estos sentimientos son más fuertes de lo que Naoya había visto. Se dio cuenta de que no se sacudirían ni se romperían tan fácilmente. Naoya sólo podía responder con silencio, cuando Koyuki mostró una respuesta arrogante, sonando como si estuviera segura de su victoria.


"Hehe, será mejor que estés listo. A partir de mañana, jugaré contigo a mi gusto".


"Jugar conmigo, eh..." Naoya pensó en estas palabras por un segundo. "Si hablas en serio, entonces... será bastante problemático".


"Así es, ¿verdad? Todo el mundo flaquearía siendo perseguido por una chica tan linda como yo— "


"Sí. En realidad, podría enamorarme de ti de verdad".


"Lo sé, cier- ¿¡Eh!?" Koyuki soltó un grito frente a la repentina confesión de Naoya.


Las personas a su alrededor aparentemente se acostumbraron a su respuesta, ya que simplemente observaron el paisaje con miradas cálidas. Koyuki en su extremo no le importaba que en absoluto, temblando en silencio.


De repente, señaló con el dedo índice a Naoya.


"¡Qué estás soltando de repente! Acabas de decir que no tenías intención de salir con nadie... ¿¡Puedes parar con esos chistes malos!?"


"Lo siento, pero hablo en serio". Naoya se encogió de hombros.


Hasta ahora, Naoya nunca había pensado mucho en salir con una chica. La razón de esto es simplemente porque lo cansa pensar en la otra parte, y adivinar sus pensamientos todo el tiempo. Sin embargo...


"Por alguna razón... No creo que me importe leer tu corazón todo el tiempo, Shirogane-san... Es muy divertido verte, o algo así. Esta es la primera vez que me siento así..."


Hasta ahora, cada vez que a Naoya se le daba afecto positivo, le hacía sentir como si tuviera un estómago agrio. Sin embargo, nada de eso fue el caso con Koyuki. Si acaso, tenía ganas de estar más con ella, viendo todo tipo de expresiones que nadie más ve. Para él, se sentía como si su mundo estuviera al revés.


"Sin mencionar que no te alejas de mi a pesar de que soy un bicho raro, e incluso te sigo gustando. Además de eso, eres linda, y estar contigo es divertido. Si acaso, sería raro si no me enamorara de ti, ¿verdad?"


"Eek... ¿¡Por qué eres tan insistente de repente!?


"Quiero decir, sólo digo lo que se me viene a la mente, como ves."


"¡Tiene que haber un límite para eso!" Koyuki replicó mientras gritaba.


Sin embargo, Naoya no se molestó por esto, y simplemente continuó mostrando lo que había dentro de su corazón.


"Si me atacaras aún más que esto, realmente podría enamorarme de ti. Sólo por curiosidad, ¿en qué tipo de patrón de ataque estabas pensando?"


"E-Eh!? U-Um..." Koyuki apartó sus ojos, y comenzó a murmurar. "E-Encontrarme contigo en la mañana... ir juntos a la escuela... ir a casa juntos... beber té juntos, así... ¿por ejemplo?"


"Oh hombre, definitivamente me enamoraré de ti de esa manera."


"¿¡En serio!?"


"Así es. Voy a desarrollar sentimientos al mismo nivel que tienes por mí, si no es que más".


"U-Una vez más... ¡No es como si me gustaras! ¡No hagas que lo repita!"


Por un segundo, el rostro de Koyuki se iluminó en felicidad, sólo para convertirse en un ceño fruncido. Después de eso, apartó el rostro.


"¡Hmpf! Puedes tratar de burlarte de mí así, pero no soy tan fácil. Hazlo de nuevo, y me enojaré de verdad."


"Una vez más, hablo en serio... Ahh, lo entiendo." Naoya junto sus palmas.


A Koyuki le gusta Naoya. Si a Naoya le gustara Koyuki, llegarían a un amor mutuo. Sin embargo, ¿por qué es tan cuidadosa? Naoya no estaba seguro de la respuesta, pero ahora estaba tan claro como el día.


"Estás preocupada porque lo digo sin ninguna prueba, ¿verdad? Te preocupa si hablo en serio o no."


"Ugh... no estas... exactamente mal, ¡pero aun así!"


"Muy bien, entonces las cosas son simples." Naoya empujó su cuerpo hacia adelante, agarrando la mano de Koyuki en la mesa.


Ella dejó salir un grito, y comenzó a sonrojarse. A Naoya, sin embargo, no le importó eso, y se apoderó de su pequeña mano con las suyas.


"Por favor, trátame bien de aquí en adelante, Shirogane-san. Me aseguraré de enamorarme de ti también".


"¡Una vez más con eso...!" Koyuki temblaba de ira, alzando la voz. "¡No pienso en ti de esa manera, así que no actúes tan ensheido!"


"Morderte la lengua en un momento crucial, qué lindo."


"¡Gaaaahh...!" Koyuki empezó a llorar mientras Naoya se burlaba.


Con esto, las cortinas de su batalla se levantaron.